Te gusta chanchito, yo sé que te gusta venir a esta Casa del Castor que se llena de risas con tu risa.
Te gusta correr pisando las hojitas que el otoño ha dejado caer en nuestro jardín, te gusta mirar tus monitos del Discovery sentado en tu sillón azul de caballero que papá Basti compró para ti.
Yo sé que sí, yo se que te gusta subir corriendo por la escalera con tragaluz mientras tu Bubu te vigila atento para que no te vayas a caer.
Te gusta dormir tomando tu lechota, decirme mamá para que yo te abrace corriendo y saludar de besos a la Palomita que corre tras de ti en su andador.
Te gusta chanchito, te gusta porque te gusta que te queramos así como te queremos aunque vengas tan poquito a quedarte con nosotros.
Eres nuestro, tienes nuestra risa y nuestra forma linda de querernos entre nosotros, a veces hay gestos que no reconocemos, claro, pero en el fondo de tu ojitos y en los más tibio de tu sangre corre la sangre del mismo Gallardo de la que están hechos los otros de tu estirpe.
Eres nuestro y no nos cabe duda.
Y así, nuestro y hermoso es como te seguiremos amando y vigilando para que seas en este mundo lo que has venido a ser: Un hombre felíz.
Y yo me ocuparé de ello.
